Visita al Jardín Botánico de Madrid en Primavera

El jueves pasado, último jueves de Abril, pasamos por el Real Jardín Botánico de Madrid para ver la floración de los tulipanes.  Los tulipanes ya se estaban pasando pero por suerte nos encontramos con todos los rododendros y camelias en plena floración. Nuestros rododendros, en la sierra de Madrid, todavía no han empezado a florecer y no lo harán hasta Mayo, pero aquí, con temperaturas más suaves ya comenzaron y están preciosos.

En la entrada nos sorprendió una manto de tagetes muy florido.

En esta época muchos árboles están en flor asi que merecía la pena darse un paseo por todo el Jardín Botánico. De entre todos ellos, el árbol que más llama la atención en estos momentos es sin ninguna duda el árbol del amor, cuyas flores en forma de mariposa de color rosado salen directamente de las ramas ocupando practicamente todo el árbol.

Aquí os dejo algunas fotos de los Rododendros y Camelias que ya están en flor.

Rododendros

 Camelias

La visita al Jardín Botánico nunca decepciona pero es en primavera cuando más impresiona. Las tarifas son muy asequibles: 3€ la entrada normal, 1'5€ con carné de estudiante y 0'75€ por persona para grupos de más de 10 personas. En Abril el Botánico abre hasta las 20:00h y desde Mayo hasta Agosto no cierra antes de las 21:00h. A través de la web del Jardín Botánico se pueden hacer reservas aunque es raro encontrar colas. Una visita muy recomendable.

Viburnum tinus, una buena elección

El Durillo o Laurentino (Viburnum tinus) es un arbusto de  hoja perenne  de color verde intenso que podemos plantar en grandes maceteros o en el jardín, formando setos con varios de ellos o de forma individual e incluso podemos dejarlo crecer hasta convertirse en un árbol de unos 3 ó 4 metros.
 

Lo que hace tan especial y agradable a este arbusto es su olorosa y prolongada floración durante el invierno y la primavera. Las inflorescencias en corimbo son de color rojizo cuando están en forma de capullo y de color blanco al florecer. De esta forma, al principio del invierno el durillo adquiere un color entre rosa y rojizo muy llamativo que después, al ir floreciendo hacial el final del invierno, pasa a ser blanco. El durillo desprende un intenso y persistente perfume dulzón que puede olerse a varios metros de distancia del arbusto.

 

Además, los arbustos del género Viburnum son muy resistentes y toleran tanto el sol como la semisombra y la sequía; al ser autóctonos de la Península Ibérica son muy fáciles de cuidar. Si los queremos mantener con envergadura de arbusto habrá que podarlos tras la floración. El durillo es una acertada elección para introducir en cualquier jardín.

Tulipanes: sofisticación e intensidad

Los tulipanes son una de mis flores favoritas, sobre todo los rojos, con ese color tan intenso, tan vivo, lleno de energía, que sobresale en el jardín y le hace parecer otro, uno más alegre y también más acogedor. Todos los años, cuando llega la época de floración de los tulipanes siento una atracción más fuerte por el jardín, por no querer irme nunca de él. Además, y como guinda del pastel, es una flor que no requiere esfuerzos ni cuidados y por tanto, lo único que te da es satisfacción. Es una flor perfecta.

En la sierra de Madrid los tulipanes suelen salir por ahora, en Abril, según el invierno se alargue más o menos los tulipanes saldrán más o menos tarde. Son plantas bulbosas, y aunque los tallos empiezan a salir al mismo tiempo que los de otras bulbosas como los narcisos e incluso antes que los de los jacintos, necesitan mucho más tiempo para crecer y desarrollar la flor antes de mostrárnosla. Los tulipanes apelan a nuestra paciencia al mismo tiempo que acrecientan el deseo de verlos florecer…y nunca decepcionan.

Ya que son flores de primavera, no es necesario regarlos, con el agua de las lluvias tienen más que suficiente y un exceso de agua puede acabar pudriendo los bulbos. Si por el contrario el invierno es muy seco si que habrá que regar la zona donde habíamos depositado los bulbos de vez en cuando para evitar que salgan raquíticos y sin flores. Los tulipanes requieren estar expuestos al sol para florecer.  Otro requisito de los tulipanes es haber pasado un período de bajas temperaturas (cuándo plantar tulipanes). Como el invierno de la sierra de Madrid es bastante frio y se alcanzan temperaturas bajo cero los tulipanes se dan aquí de maravilla. Por el contrario, en Madrid capital, al igual que en cualquier otro sitio donde las temperaturas invernales no alcanzan cotas tan bajas, los tulipanes no se dan bien y pueden no florecer. Si queremos que florezcan en estos sitios un buen truco es meter los bulbos en la nevera durante un mes.

Como ocurre con casi todo en la vida, los tulipanes también tienen algún defectillo. Son bulbosas de primavera y esto quiere decir que una vez pasado el periodo de floración, cuando la flor pierde sus pétalos y las hojas y el tallo se secan quedando de color marrón, es hora de quitar los tulipanes y, si así lo decidimos, sacar los bulbos de la tierra. A partir de este momento el lugar que ocupaban los tulipanes queda vacio. Por este motivo no podemos dejar una zona amplia totalmente dedicada a tulipanes ya que se pasará la mayor parte del año vacía. Lugares óptimos para colocar tulipanes son zonas con plantas herbáceas, que permanecen verdes durante todo el año, o  en paralelo a una pared o a un camino delimitándolo. Si colocamos los bulbos en maceta (como en la foto) hay que tener en cuenta que si queremos tener alguna otra planta durante el resto del año habrá que sacar los bulbos y añadir abono a la maceta, de lo contrario la planta que coloquemos en esta maceta va a malvivir ya que los tulipanes van a absorber una gran cantidad de nutrientes.

Osteospermum: resistencia 3 en 1

Esta planta herbácea y perenne es ideal para zonas como la sierra de Madrid, donde los veranos son secos y calurosos y los inviernos fríos, ya que Osteospermum soporta bien el estar situada a pleno sol así como la sequía y además es resistente a las heladas. Junto a todas estas considerables ventajas los Osteospermum  nos van a regalar una colorida floración desde primavera hasta bien entrado el otoño, ininterrumpidamente si le dedicamos los escasos cuidados que requiere. Estos cuidados consisten en: Eliminar las flores marchitas o incluso podarla un poquito si vemos que se hace demasiado grande para mantenerla compacta y añadir al agua de riego un fertilizante líquido una vez cada dos o tres semanas (o según las recomendaciones que aparezcan en el propio fertilizante). También podemos abonarla de tanto en tanto, pero Osteospermum no es exigente respecto al abonado. Hay, como con casi todas las plantas, una gran variedad de Osteospermum con flores de colores y formas variadas aunque estas con apariencia de margarita (Osteospermum ecklonis) son las más comunes. No está clara la diferencia, en caso de haberla, entre las Osteospermum y las Dimorphotecas.

Esta planta puede estar situada en macetas y jardineras pero también puede servir para formar macizos directamente en el jardín. Osteospermum al ser perenne permanecerá con hojas  aportando “verdor” en invierno y desde Marzo o Abril dará colorido al jardín incluso en verano bajo el sol más abrasador.  Es junto a las petunias y los geranios una gran elección para dar colorido al jardín en verano. El otoño es la época adecuada para podarla y darle forma.

La reproducción de Osteospermum por esquejes se debe realizar a principio de la primavera, una vez finalizado el periodo de heladas. Nosotros lo hicimos un poco antes, a principios de marzo. Tomamos algunas ramas sin capullos como esquejes, sumergimos el extremo del que saldrán las raíces en el líquido favorecedor del enraizamiento y las plantamos en pequeñas macetas. Las dejamos al aire libre ya que la temperatura acompañaba pero se encharcaron mucho con las abundantes lluvias del último mes y ahora no tienen demasiado buen aspecto. ¡Crucemos los dedos por esos Osteospermum!
 

Para quienes quieran saberlo absolutamente todo sobre los Osteospermum dejo un link de una web dedicada en exclusiva a estas hermosas flores, eso si, está todo en inglés: Todo sobre Osteospermum

Jacintos & Muscaris

Los Jacintos al igual que los Muscaris o Nazarenos son plantas bulbosas que van a florecer con la llegada de la primavera, en el mes de Marzo y van  a permanecer con flores durante varias semanas.  Hablo de ellas en la misma entrada porque, aunque son plantas de aspecto muy distinto, guardan una estrecha relación; pertenecen a la misma familia  (los Jacintos y los Muscaris pertenecen a la familia de las Liliaceaes) y por lo menos en nuestro jardín brotan al mismo tiempo y entremezclados. Tanto los jacintos como los muscaris son plantas de pequeño tamaño y si están dispuestas en el jardín y no en maceta, su belleza radica en la aglomeración, en la apariencia de manto de color que dan al jardín.

Los jacintos van a dar racimos de colores y perfume intenso. Los hay blancos, rosas, azules, amarillos, etc. A los jacintos no hay que regarlos ya que por la época en la que salen, cuando  aún hay lluvias recurrentes, no necesitan ningún cuidado a este respecto. En caso de tenerlos en maceta hay que tener la precaución de no regarlos en exceso ya que los jacintos son bulbosas muy sensibles al exceso de humedad y pueden pudrirse. Cuando nos pasamos con el riego las hojas adquieren un tono amarillento muy delatador. Les gusta el sol y en su ausencia el tallo va a crecer más, buscando los rayos del sol y quedando el jacinto demasiado estirado, con poca fuerza y tendencia a curvarse. Es recomendable sacar los bulbos cada verano después de la floración  y dejarlos en un lugar fresco y seco hasta el próximo otoño. Recomiendan no reutilizarlos cada año sino cada dos años, dejando un año de descanso.  Nosotros los hemos dejado en la tierra de un año para otro en varias ocasiones y la verdad es que se nota, los jacintos salen más débiles y con menos flores.

¡Los muscaris son unos autenticos avasalladores! Una vez metes muscaris en tu jardín es casi imposible deshacerse de ellos. También se conocen como nazarenos debido a su color y a la época en la que brotan y florecen (Semana Santa). Aquí, en Madrid, son autóctonos (se ven con facilidad dando una vuelta por el campo, aunque son variedades distintas de las ornamentales) y supongo que por eso no requieren ningún cuidado, ni el más mínimo.