Lo que hace tan especial y agradable a este arbusto es su
olorosa y prolongada floración durante el invierno y la primavera. Las
inflorescencias en corimbo son de color rojizo cuando están en forma de capullo
y de color blanco al florecer. De esta forma, al principio del invierno el
durillo adquiere un color entre rosa y rojizo muy llamativo que después, al ir
floreciendo hacial el final del invierno, pasa a ser blanco. El durillo desprende un intenso y persistente perfume
dulzón que puede olerse a varios metros de distancia del arbusto.
Además, los arbustos del género Viburnum son muy resistentes
y toleran tanto el sol como la semisombra y la sequía; al ser autóctonos de la
Península Ibérica son muy fáciles de cuidar. Si los queremos mantener con envergadura de
arbusto habrá que podarlos tras la floración. El durillo es una acertada elección para introducir en cualquier jardín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario