domingo, 24 de febrero de 2013

Tierra para macetas

Para acondicionar las macetas y maceteros en los que vamos a poner nuestras plantas ya sean  nuevas, procedentes de esquejes o trasplantadas de los semilleros tenemos que conseguir tierra de suficiente calidad; una tierra que aporte materia orgánica y minerales a la planta y que al mismo tiempo sea capaz de retener agua y no se escurra con cada riego.

Si como tierra de maceta utilizamos sólo el compost que venden en los viveros y tiendas de jardinería, la maceta irá perdiendo el sustrato hasta quedarse prácticamente vacía y además notaremos que el agua que echamos se escurre casi en su totalidad y al poco tiempo la tierra vuelve a parecer seca. Si utilizamos turba, que también se vende en los viveros como sustrato para macetas, se formará una masa compacta y dura que acumula mucha humedad en su interior aunque en su superficie parece seca, incitando a regar la maceta con más frecuencia hasta que la planta acabe pudriéndose.
http://jardinmadrid.blogspot.com.es/Por eso nosotros lo que hacemos es mezclar tierras de distintas características con el compost comercial. Tampoco nos complicamos demasiado la vida buscando en los viveros diferentes sustratos sino que vamos tirando de lo que tenemos más a mano.  Es cierto que cada planta tiene unos requerimientos especiales y no se puede decir que exista una tierra perfecta para todas ellas, sino que hay que informarse de las preferencias de cada planta para modificar las proporciones en la mezcla de tierra. Por ejemplo, los rosales necesitan una base más arcillosa que retenga más agua.

 
Primero hemos tomado  tierra con mucha materia orgánica bien descompuesta o tierra vegetal (tierra negra), es decir, tierra que se encuentra en el bosque o  debajo de los árboles en las zonas que no son trabajadas, en las que se acumula la materia orgánica y se descompone con el paso del tiempo. Por otro lado hemos recogido tierra con arcilla que retendrá muy bien el agua y arena gruesa que facilitará el drenaje. Las hemos mezclado bien las dos tierras a partes iguales  retirando las piedras, raíces, hojas, etc. Finalmente la hemos mezclado con otra parte de compost comercial que contiene microcápsulas de abono de liberación controlada para no tener que abonar tan a menudo.

Otra opción, si ya teníamos tierra de macetas de ocasiones anteriores, es sacarla y mezclarla con compost para compensar la pérdida de nutrientes que sufre la tierra al albergar plantas.

Podemos perfeccionar la elección de tierra según la planta que queremos plantar y sus requerimientos de pH, humedad, nutrientes, etc. Es un trabajo bastante laborioso y la verdad es que salvo algunas excepciones, podemos conseguir que nuestras plantas crezcan bien utilizando los recursos que tenemos más mano.

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