Hemos empleado las ramas podadas como esquejes de geranio. Para ello primero hemos retirado las hojas más
débiles y las flores que aún quedaban en estas ramas recién cortadas. Después hemos
introducido los tallos en un producto favorecedor
del enraizamiento que compramos hace poco, así que aún no podemos dar una
opinión sobre su efectividad. En teoría el líquido favorecedor del enraizamiento actúa facilitando y acelerando el
desarrollo de nuevas raíces y por tanto mejora el crecimiento del nuevo geranio
y multiplica las probabilidades de éxito. Mantenemos sumergidos los tallos de
los esquejes de geranios durante dos
o tres segundos y los plantamos en macetas que ya hemos llenado con una mezcla de tierra y compost. A continuación hemos regado escuetamente nuestros esquejes de geranio. Ya está todo
listo. Si no tenemos este favorecedor podemos utilizar un granito de arroz: Truco.
En la foto se ven también los esquejes de rosales que tenemos preparados para plantarlos más adelante.
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