No todas las plantas soportan las altas temperaturas veraniegas y de entre las que sí lo hacen, sólo algunas permanecen el verano entero dando flores como nos gustaría. Debido al clima, por lo menos en la sierra de Madrid, la estación del año en la que más se disfruta del jardín es en verano y por tanto nuestro objetivo es tenerlo tan florido como podamos.
Hago aquí una pequeña recopilación de algunas de las plantas más adecuadas para el verano y los cuidados que requieren. Hay muchas, pero sólo voy a hablar de las que tenemos en el jardín este año, que ya es suficiente.
Gazanias: De la misma familia que los girasoles (Asteraceae) estas plantas son muy resistentes a la sequia y destacan por los colores tan brillantes e intensos de sus flores. Comienza a florecer a finales de primavera y permanece con flores durante todo el verano. Como los girasoles, por la noche cierra sus flores para abrirlas con la luz del sol; les gustan los sitios soleados. Además de ser resistentes a la sequía, toleran suelos pobres así que no es necesario abonarlas para que continúen su floración y sólo hay que retirar las flores secas.
Clavelinas (Dianthus): Peculiar planta de floración intensa que, según la latitud, puede prolongarse durante casi todo el año. Aquí la floración es primaveral y veraniega. Presenta numerosísimas ramas de las que salen numerosas flores apicales. Esta planta sí que necesita riego continuo (tampoco es necesario que sea diario) y abonarla de vez en cuando. Según si la podamos poco o mucho obtendremos más o menos flores de menor o mayor tamaño respectivamente.
Osteospermum / Dimorphoteca: Estas preciosas flores son de las más satisfactorias. Comienzan su floración al inicio de la primavera y la mantienen de forma ininterrumpida durante todo el verano y hasta el otoño. Son muy resistentes tanto a la sequía como al frío invernal y al sol veraniego. Como echan muchas flores hay que podarlas de forma regular o de lo contrario dejará de florecer.
Petunias: Reinas indiscutibles de todos los jardines durante el verano dada su permanente floración y la grandísima variedad de tonalidades y formas de sus flores. Las petunias no requieren grandes cuidados, aunque sí que hay que regarlas con asiduidad y siempre intentando no mojar las hojas ni las flores. El mayor problema que nos podemos encontrar es la plaga por pulgones que dan muy mal aspecto a la planta pero que responde muy bien ante cualquier insecticida. También está bien saber que le principal depredador de los pulgones son las mariquitas así que si ves mariquitas por entre tus petunias no las quites, son tus aliadas. Además son muy fáciles de reproducir.
Dalias: Plantas de preciosas flores que con un poco de cuidado podemos conseguir mantener durante todo el verano. Puede pasar algún momento sin flores y otros con la planta cubierta totalmente de flores. Existen Dalias de diversos tamaños, colores y formas que podemos plantar tanto en maceta como directamente en el jardín. En invierno es conveniente sacar las raíces tuberosas para volver a plantarlas una vez pasadas las heladas.
Rosales: No son típicamente veraniegos sino más bien primaverales pero en está zona empiezan a florecer a finales de la primavera y se mantienen echando rosas durante todo el verano. Aquí sí que hay que estar pendientes de las plagas por pulgón y roya que dejan las hojas y las flores con muy mal aspecto. Necesitan buen riego; dependiendo de la antigüedad del rosal necesitarán más los rosales más jóvenes mientras que los más antiguos podrán soportar sin problemas varios días de sequía.
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