Plantación y Cuidado de Dalias
La Dalia es una
planta especial. A diferencia de los
narcisos, tulipanes o jacintos, que son
bulbosas, las Dalias tienen raíces tuberosas. Hay Dalias de muy distintos tamaños y según
la especie las flores pueden alcanzar los 25cm de diámetro. Es una de las
flores más características de México.
Las Dalias
florecen desde principios de verano hasta bien entrado el otoño, siempre que
las temperaturas no sean demasiado altas, en cuyo caso pueden pasar largos períodos
sin flor. Llegados los días fríos del otoño tanto las flores como las hojas
comienzan a marchitarse. En ese momento aprovechamos
para cortar casi la totalidad de la parte vegetativa (dejamos unos 5cm de
algunos tallos) y desenterramos las raíces
tuberosas con cuidado. Limpiamos las raíces retirando toda la tierra hasta dejar un
esqueleto y las guardamos en un lugar fresco, seco y en oscuridad.
A
principios de Febrero elegimos el lugar donde vamos a ubicar las Dalias, que en nuestro caso ha sido el
mismo sitio que el año anterior, en unas jardineras bien soleadas; lo cavamos
removiendo bien la tierra y abonamos con compost (abono orgánico). Entre diez o
quince días más tarde o una vez que ya han pasado las heladas y es
relativamente probable que no vuelva a haber más, plantamos nuestras Dalias a unos 8cm de profundidad (las
nuestras son Dalias pequeñas, si
fueran más grandes habría que plantarlas a mayor profundidad). Antes de ello
podemos aprovechar para dividir las raíces dejando al menos un tubérculo en
cada fracción para así reproducir las Dalias.
Se puede poner un tutor o guía al lado del tubérculo para orientar el
crecimiento. No nos ha hecho falta humedecer la tierra después de las intensísimas
lluvias de esta semana. Ya sólo queda esperar unos pocos meses, regando de vez
en cuando para evitar que el suelo esté demasiado seco, para obtener unas
flores preciosas.
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