
No es poco habitual que nos pille desprevenidos la caída de las primeras nieves otoñales y este año, para mantener la tradición, así ha sido. No sólo nos sorprende a nosotros, también a la mayoría de nuestras plantas que ahora empiezan a enfrentarse al frio de verdad. Una helada fuerte puede acabar con cualquiera de ellas y hay que intentar evitar los daños que el invierno puede hacer a nuestras flores.

Desde finales del verano las petunias han ido apagándose, echando ramas delgadas, con pocas hojas, perdiendo otras hojas o secándose por partes. Como nuestro cultivo de petunias nos dio petunias durante mucho tiempo teníamos desde petunias que se habían hecho grandes en primavera hasta otras que empezaron a brotar casi al final del verano. Nosotros lo que hacemos para mantenerlas bonitas es ir retirando las ramas secas que se ponen feas y las que empiezan a alargarse demasiado. También les hemos ido retirando masa vegetal a muchas de ellas, pues las hace más vulnerables al frio.

El que en este momento del año deslumbra a todos es el acebo, que desde finales de verano ha ido tiñendo sus frutos (drupas) hasta alcanzar en estos momentos un rojo intenso y brillante espectacular. El acebo es un arbusto dioico (los hay macho y los hay hembra) y en nuestro caso se trata de una hembra (por eso da frutos).
En cualquier caso, las temperaturas invernales ya han llegado y no se irán hasta dentro de muchos meses.